No el temblor,
lámina fiel que en la superficie
aún separa miembro y aire.
Antes del despojo,
presos en la eterna claridad del viaje.
Temporada sin mancha,
acogidos por los tilos y su fe de sombra.
Pudimos seguir así,
                             inmóviles,
nunca ceniza,
casi a punto de recordar.
Preciosa raíz de lo que no fuimos.
Francisco R. Hernández, de La sed y el incendio
sábado, 4 de julio de 2009
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7 comentarios:
Acabo de entrar de descubrir tu blog.
Me gustan mucho tus poemas. Te felicito creo que escribes muy bien y de mucha calidad.
Seguiré leyendote porque me encantan tus poemas.
Un saludo.
Durandarte:
coincido con Lola, creo que tus poemas hay que leerlos con lentitud y dejar que nos aneguen. Me han gustado.
Abrazos
Lola y Stalker, muchas gracias por vuestros comentarios.
Saludos
Durandarte:
He enlazado tu blog co el mío asi me resultara más fácil no perderte la pista y visitarte.
Un abrazo.
nunca ceniza... Amén.
Bellos poemas que me permiten descubrirte, junto con tu espacio.
Saludos...
Gracias, Ángel. Saludos para ti.
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