miércoles, 5 de agosto de 2009









Descienda la adormidera
en naves umbrías.

Olvido de toda batalla
y su ciencia de la carne.

Nunca fui.

Sólo el guatelete
en vela resplandece
con la posibilidad de siglos
de plata sobre la grama.






Francisco R. Hernández, de La sed y el incendio

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