domingo, 22 de junio de 2008









El que vio lo más hondo,
los cimientos del país

Epopeya de Gilgames




No mis ojos:

débil crónica acomoda el viento.

Aún no clamor,
llegue el sonido con su pulso.

Quien a un dios nombra
es exacto
o se abisma.








Francisco R. Hernández, de La sed y el incendio

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