lunes, 13 de junio de 2022

 





Al entrar en contacto
con la atmósfera.

Y arden,

ya invisibles para tus sentidos
en la hermosa caída.

Así la voz duplicada,
porque la sed era una.








Francisco R. Hernández, Conjuro

1 comentario:

Carmen Blázquez dijo...

Sólo una era la sed del ser, mayor conjuro no puede decirse, querido Durandarte. Como si fuera el imperativo del verbo: "sed" sed, no hay azar, es el lenguaje que nos hizo hablar.

Un abrazo
K