Víspera
Hace un instante,
prendidas de claridad las hojas.
Ahora un presagio de sombra
y el canto enloquecido de los pájaros.
La última luz pasa veloz a mi espalda,
giro y la veo encaramarse a la tapia
como un animal encendido.
Sobre esta ara, un sacrificio.
Francisco R. Hernández, Conjuro
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