Noche de San Juan
Salto.
Debajo, la lengua de la llama
canta las cicatrices del rey leproso,
las rutas nocturnas en el vientre de las aves,
el tósigo lento en la sangre veloz.
Caigo.
Lo he visto.
Luz es lo que permanece
después de mí.
Francisco R. Hernández, Conjuro
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